Un Lobo Canario en Los 10000 del Soplao

Me atrevo a ser «metepatas» y meterme donde no me llaman,  aireando experiencias que quizás no puedan considerarse heroicas y no puedan parecer relevantes, pero un «servidor de ustedes/vosotros» que es cotilla y poco discreto, si le da la importancia que merece. Os contábamos «de soslayo» y muy resumidamente nuestras peripecias en este mes de mayo que, como es propio de la primavera alterando la sangre, es un no parar, eclosionar, florecer y hasta, incluso,  exaltar los estados de ánimo. Pero cuando hay premeditación para ello, cuando uno se fija un objetivo y lo afronta sin miedo, tirándose a la piscina, sin saber si hay o no agua, o le aplaudes por valiente, o le llamas temerario. 

La ilusión y determinación lo pueden todo, es el caso del protagonista de este post, Víctor García, canario de nacimiento, residente en Zaragoza, concretamente en Cuarte de Huerva por azares de la vida, que recaló entre los Lobos el pasado año. Es un «Juan sin miedo», una persona jovial y a veces muy despistada, su experiencia con la BTT chiquita, pero es muy, muy bravo. Las sendas y barrancos los mira de reojo, pero si hay que ir se va. Ni corto, ni perezoso, se planta en los 10000 del Soplao, con la firme convicción de hacerla y terminarla, pues dicho y hecho, Ni el «Negredo» le frenó, bueno si, los tapones de gente, inevitables en pruebas masificadas, pero…salvadas estas cosicas de las grandes cicloturistas…. su experiencia ha sido tan satisfactoria que desea repetir el próximo año.

Le chocaron los contrastes de sus Canarias natales y el desierto y estepas zaragozanos, con los bosques cántabros, las vacas acechando al ciclista, la bruma mezclándose con la montaña y los prados, el verdor espectacular de los montes cántabros. Ya  el hecho de salir de la rutina y cambiar de aires, alejarte del trabajo, del día a día, de repetir los mismos lugares y recorridos, es un aliciente para salir y disfrutar… Pero con un año y poco de bicicleta, «apretarte un soplao», palabritas mayores., ¡Vamos, creo yo!

No sabía a qué se enfrentaba, no sabía qué se iba a encontrar, pero a pesar de ir sin su montura oficial, extraviada en alguna parte del país por una aerolínea, aún así, Víctor, se hizo al monte y lo hiciste amigo. No es el primer lobo , ni el último que haya hecho «el soplao», pero de los que yo recuerdo, ya tenían muchas horas de vuelo, pero este canario ha ido con la L, aunque deduzco que la habrá perdido por esos pastos cántabros.

Estas cosas «pequeñas» son las que a veces te llevan a pensar que cualquier objetivo está en tu mano, sólo hay que proponérselo, saber mantener la ilusión, cierto grado de locura y con perseverancia todo llega.

 

Bravo por ti Víctor, gran representación del MTB LOBOS ZARAGOZA por tierras Cántabras.

 

 

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