LoboKlasika Bilbao Bizkaia

A casi todos nos gustaría poder enfrentarnos a pruebas y puertos míticos y disfrutar de experiencias únicas, como Rubén Gaudes, que nos cuenta desde dentro, cómo vivió esta prueba.

Día nublado pero caluroso y con mucha humedad en Bilbao.

Recorrido espectacular con 7 puertos de montaña: Artxanda, Morga,Balcón de Bizkaia,Nabarniz,Bizkaigane,Urruztimendi y Vivero. Las clasificaciones de la prueba se sacarán contando los tiempos cronometrados de tres puertos  (balcón de Bizkaia, Nabarniz y Vivero).

La prueba comenzaba en un lugar emblemático de Bilbao,el estadio de San Mamés.
Nada más salir tocaba afrontar el puerto de Artxanda, largo y sin grandes pendientes. Bajamos el Vivero para a continuación subir Morga, otro puerto largo y tendido, desecendemoa hasta Zugastieta para empezar el primer puerto cronometrado del día,el Balcón de Bizkaia, vamos en el grupo delantero y subiendo a buen ritmo cuando veo que me acaba de pasar el gran Joaquim «Purito» Rodríguez,nos enganchamos a su rueda y subo casi a tope (175 ppm), Joaquim iba silbando,como si nada. Sigo en el grupo de Joaquim hasta el primer avituallamiento, donde me hago un selfie con el, un recuerdo para toda la vida. 30 de media en 65 kilómetros y 1200 de desnivel acumulados. Ahora es cuando llega lo peor…

La carrera se convierte en una oda al cuestacabrismo.

Nabarniz, un kilómetro constante al 9% y el siguiente casi al 12% de media con rampas del 18%, buenas piernas y descenso para afrontar el siguiente puerto.

Corono bizkaigane sin grandes problemas pero voy justo de agua, paro en el avituallamiento. Mi intención era no parar más y así fue. Era el kilómetro 100 de la prueba.

Queda lo peor: Urruztimendi,una auténtica pared de 2 kilómetros al 12% de media. El primer kilómetro al 13% de media con rampas del 20%.
Sigo con buenas sensaciones y pillando a numerosos ciclistas haciendo eses para subir ese muro como si la cueña les cabres se tratara.

Después de descender Urruztimendi toca afrontar el vivero,las buenas sensaciones de antes pasan a ser fatiga acumulada.
El Vivero fue un «sálvese quién pueda», es un puerto de 4 kilómetros al 6-7% pero tiene un kilómetro al 10% y otro al 9%
Adelante a muchos ciclistas,incluso parados en la cuneta, de lo cansados que estaban, también me adelantaron muchos a mí.  No había ritmo, ni nada, sólo era subir como se pudiera, tras coronar el Vivero sensación de alegría por dentro y de que el trabajo ya estaba hecho. Sólo quedaban 10 kilómetros picando hacia abajo.

Llegada a San Mamés con un tiempo de 5h25min a 28 de media para hacer 145 km con 3100 de desnivel, acabé en la posición 137 de casi 1200 inscritos.

Un recorrido espectacular en el que hay de todo: puertos largos y tendidos y otros que son cortos, pero auténticos muros.
Y sobretodo el paisaje,los pueblos y el ambiente que hay que es espectacular.

Os animo a conocerla al año que viene.

 

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