Hoy salimos a re-libros XIV: Le Tour
Dentro de una semana comienza la carrera y antes de que se me adelante el sr. Bárez con su «contraprevia», aquí les dejo y hablo de dos libros dedicados a la historia del Tour de Francia:
1. AA.VV., Locos por el Tour: Glorias, miserias y andanzas de los ciclistas españoles en los 100 años del Tour de Francia, RBA, 2003
2. Ander Izagirre, Plomo en los bolsillos: malandanzas, fanfarronadas, traiciones, alegrías, hazañas y sorpresas del Tour de Francia, Libros del K.O., 2012
El primero de los dos, editado en 2003, cuando se cumplían 100 años del Tour, revisa los más de 350 españoles que allí han participado hasta esa fecha (incluye un anexo con todos los nombres).
La primera parte, «los pioneros», redactada por Gabriel Pernau, comienza con la primera participación, la de Vicente Blanco, «El cojo», en 1910; nos habla de los dos que consiguieron acabar la carrera, Jaume Janer y Victorino Otero en 1924, coincidiendo con la popularización de la afición al pedal (¿sabían que clubs de fútbol como el Athletic, el Real Madrid o el F.C. Barcelona montaron equipos de ciclistas?). En este entorno floreciente aparecieron fenómenos como Mariano Cañardo y Salvador Cardona, 4º en 1929, y Vicente Trueba, la «pulga de Torrelavega».
Carlos Arribas, en «Los genios», cubre el período 1949-1988. ¿Genios?: Loroño; el escalador ídolo de masas del deporte español, Bahamontes, primer español ganador del Tour, en 1959, y seis veces ganador del Gran Premio de la Montaña; el recientemente malogrado Julio Jiménez, 2ª en 1967 y tres veces Premio de la Montaña; Ocaña, ganador en 1973… Después, «años de decadencia que se cerraron a comienzos de los 80 cuando se encontraron, pura química, Ángel Arroyo y José Miguel Echávarri«.
Perico ganaría en 1988 y después disfrutamos con la aparición deslumbrante de Miguel Induráin. De los Tours de estos hombres se ocupa en las páginas finales Sergio López Egea en su capítulo «Los campeones».
En palabras de Carlos Arribas, que prologa Plomo en los bolsillos, «Ander Izagirre no solo es Perico en este libro, de título de western y subtítulo de novela picaresca. También es la borrachera transitoria del ciclista argelino al que embriagan desaprensivos espectadores, es Simpson muerto después de llevar su lucha hasta lo más extremo, es Ocaña caído, es Charly Gaul y Jean Robic, y el Tarangu, es, quiere ser, la vida de todos, la vida soñada, vivida, recordada, de todos que nos han conmovido.»
Vale decir, 17 capítulos con anécdotas más o menos conocidas. como, otra vez, la gran bilbainada de Vicente Blanco; aquel Tour que le robaron a Trueba; la historia del bidón de Bartali y Coppi; el dominio de los suizos Kübler y Koblet, la temible pareja K en los 50; el ciclista que se arrepintió de ganar el Tour, Roger Walkowiak; los calvarios de Anquetil y Poulidor; Ocaña contra Merckx, contra los alpes, contra Ocaña; el abrazo envenenado de Hinault a Lemond; los relojes de Induráin y Delgado; Armstrong y la nieve negra, etc, etc.
Según Manuel Jabois, este libro es «un tratado inamovible de pasión (…) donde uno se empapa ya desde el principio en la atmósfera sin concesiones del deporte más bello del mundo.»
el nafri,
que, acabados sus libros sobre ciclismo, abandona esta sección, no sin antes dejarla en buenas manos como las del compañero Eduardo Pérez y cualquiera que se anime