Hoy salimos a re-libros XI: Historias del ciclismo. La Pulga de Torrelavega

Cantabria, hermosa tierra que nos invita a visitarla sin cansarnos nunca, nos ha dado varios ciclistas de éxito, más o menos conocidos. Entre ellos, Óscar Freire, Juanjo Cobo o Vicente Trueba, por destacar a alguno.

Hoy comparto parte de la historia de Vicente Trueba (1905-1986), también conocido como la Pulga de Torrelavega, mote que en 1933 le puso Desgrange, ciclista y periodista francés, conocido organizador del Tour de Francia en aquellos años.

 

 

Su primera bicicleta fue la que le regaló su hermano que no quiso saber más después de una caída.
En su primera competición ganó una máquina de afeitar.
Alguna vez llegó a correr el Tour de Francia sin equipo, sólo, desconocido y sin recursos. Lo que se conocía como un tourista-routier, sin derecho a nada.
Se alojaba donde lo dejaban dormir, y entre etapa y etapa le daban la comida que sobraba algunos de sus compatriotas que valoraban su esfuerzo.
Así hasta que llegó a la montaña.
Cuando llegaron los grandes puertos, Trueba terminaba primero solo, unos veinte minutos antes que el resto.
Le preguntaron a que se debía su grandes condiciones de escalador, y fue sincero, tenía que asegurarse los premios que se daban por esas subidas para poder seguir comiendo.
Después de cada etapa le quedaba un puerto más, decía, porque tenía que subir las escaleras hasta algún cuarto piso donde le dejan dormir en el altillo.
Cuentan que alguna vez por aplicación estricta del reglamento debió ganar el Tour, pero el espectáculo por ciclistas llegados fuera de hora, quedaba sin protagonistas, así que la organización habilitó tiempo extra para los demorados.
Eso sí, se coincide en que el organizador del tour, para homenajearlo creo el premio de la montaña.
Cuentan también que por entonces no había llegadas en alto. Todas las etapas terminaban luego en algún pueblo. Así que la ventaja que sacaba Trueba subiendo, nunca podía aprovecharla en la general.
En el tour de 1933 batió el récord de ascensión al Galibier y coronó en cabeza 16 puertos de montaña.
Fue el primer Rey de la Montaña de todos los tiempos del «Tour» y ganó con ello mucho dinero y muchos contratos.
Terminó la Vuelta a Francia sexto en la general y obtuvo más de 75.000 pesetas de aquella época (al cambio, 450 €). El premio por el sexto puesto en la general eran 800 pesetas (menos de 5 €), el de la Montaña eran 10 000 pesetas (60 €), más lo que ganó en cada una de las subidas que terminó primero.
Vicente no ganó ese «Tour», pero fue el corredor más popular sin ninguna duda y hubo quien reclamó su triunfo porque los cinco que le precedieron en la clasificación fueron repescados en la etapa del Galibier.

 

Este es una pequeña historia sobre la Pulga de Torrelavega (también a Lionel Messi se le conoce como la Pulga; ya podemos imaginarnos ahora el estilo, potencia y categoría que atesoraba Vicente Trueba, si hasta Messi utiliza el sobrenombre del ciclista cántabro…..).

El ciclista que corría para poder comer.

 

 

AGRADECIMIENTOS: esta publicación ha sido posible gracias a Mikel Carretero, por presentarnos a Vicente Trueba y motivarme a que siga conociendo a la persona, más que al ciclista; a Jorge Bárez, por su conocimiento y descubrimiento de la revista Jot Down Cultural Magazine www.jotdown.es  (whttps://www.jotdown.es/2018/09/aquel-tour-que-le-robaron-a-la-pulga-de-torrelavega); a José Carlos Aso, por sus gestiones y solicitud de permisos con el equipo de facebook.com/historiasdeciclismo, portal que recomiendo visitar, y también a la documentación publicada por Marcelo J.Arnolfi y Ander Izagirre.

 

Eduardo

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